Hay veces que me siento como Alicia en el País de las Maravillas. Mi vida es como un cuento en el que me van ocurriendo situaciones. Muchas de ellas son cotidianas, que se van repitiendo día tras día y quizás por este hecho han dejado de ser especiales. Otras veces me veo envuelta en situaciones absurdas, que no sé como empiezan pero que acaban con complicidades y risas. Otras son situaciones especiales, en las que hay magia, color y todo sale rodado. Pero hay otras que no me gustan nada.
Los personajes de mi país son muchos y muy variados. Hay personajes de los que no puedo prescindir, ya que sin ellos yo no sería. Esta es una de las cosas que más me gusta de mi cuento: los compañeros de viaje que voy conociendo. Muchos son de paso, pero su esencia queda en mi. Hay algunos que me fascinan y otros que pasan desapercibidos. Luego están los malos. Pero es lo que hay. Es necesario pasar por todas las paradas del camino e irme cruzando con todos.
Por esto hoy le dedico el blog, en primer lugar, a algunos de mis personajes favoritos: A mi hermana peque y a mi compi de piso, que son geniales.
En segundo lugar, lo dedico al personje más malo que hay actualmente en mi vida, y que visto lo visto, se va a quedar ahí mucho tiempo y dicho sea de paso, conmigo no va a poder. Va por ti, REINA DE CORAZONES!
miércoles, 28 de febrero de 2007
lunes, 26 de febrero de 2007
jueves, 8 de febrero de 2007
miércoles, 7 de febrero de 2007
martes, 6 de febrero de 2007
¿El peso o la levedad?
Si no habéis leído "La insoportable levedad del ser", de Milan Kundera, difícilmente os habréis planteado esta cuestión en estos términos…
Yo prefiero la carga a la levedad. ¿Vosotros?
La idea del eterno retorno es misteriosa y con ella Nietzsche dejó perplejos a los demás filósofos: ¡pensar que alguna vez haya de repetirse todo tal como lo hemos vivido ya, y que incluso esa repetición haya de repetirse hasta el infinito! ¿Qué quiere decir ese mito demencial?
El mito del eterno retorno viene a decir, per negationem, que una vida que desaparece de una vez para siempre no retorna, es como una sombra, carece de peso, está muerta de antemano, y si ha sido horrorosa, bella, elevada, ese horror, esa elevación o esa belleza nada significan. No es necesario que los tengamos en cuenta (...)
Si la Revolución Francesa tuviera que repetirse eternamente, la historiografía francesa estaría menos orgullosa de Robespierre. Pero dado que habla de algo que no volverá a ocurrir, los años sangrientos se convierten en meras palabras, en teorías, en discusiones, se vuelven más ligeros que una pluma, no dan miedo. Hay una diferencia infinita entre el Robespierre que apareció sólo una vez en la historia y un Robespierre que volviera eternamente a cortarle la cabeza a los franceses.
Digamos, por tanto, que la idea del eterno retorno significa cierta perspectiva desde la cual las cosas aparecen de un modo distinto a como las conocemos: aparecen sin la circunstancia atenuante de su fugacidad. Esta circunstancia atenuante es la que nos impide pronunciar condena alguna. ¿Cómo es posible condenar algo fugaz? El crepúsculo de la desaparición lo baña todo con la magia de la nostalgia; todo, incluida la guillotina.
(....)
Si cada uno de los instantes de nuestra vida se va a repetir infinitas veces, estamos clavados a la eternidad como Jesucristo a la cruz. La imagen es terrible. En el mundo del eterno retorno descansa sobre cada gesto el peso de una insoportable responsabilidad. Ese el motivo por el cual Nietzsche llamó a la idea del eterno retorno la carga más pesada.
Pero si el eterno retorno es la carga más pesada, entonces nuestras vidas pueden aparecer, sobre ese telón de fondo, en toda su maravillosa levedad.
¿Pero es de verdad terrible el peso y maravillosa la levedad?
(...) La carga más pesada es la imagen más intensa de la plenitud de la vida. Cuanto más pesada sea la carga, más a ras de tierra estará nuestra vida, más real y verdadera será. Por el contrario, la ausencia más absoluta de carga hace que el hombre se vuelva más ligero que el aire, que sea real sólo a medias y sus movimientos sean tan libres como insignificantes.
Entonces, ¿qué hemos de elegir? ¿El peso o la levedad?
(...)
Parménides respondió: la levedad es positiva, el peso es negativo.
¿Tenía razón o no? Es una incógnita. Sólo una cosa es segura: la contradicción entre peso y levedad es la más misteriosa y equívoca de todas las contradicciones.
El mito del eterno retorno viene a decir, per negationem, que una vida que desaparece de una vez para siempre no retorna, es como una sombra, carece de peso, está muerta de antemano, y si ha sido horrorosa, bella, elevada, ese horror, esa elevación o esa belleza nada significan. No es necesario que los tengamos en cuenta (...)
Si la Revolución Francesa tuviera que repetirse eternamente, la historiografía francesa estaría menos orgullosa de Robespierre. Pero dado que habla de algo que no volverá a ocurrir, los años sangrientos se convierten en meras palabras, en teorías, en discusiones, se vuelven más ligeros que una pluma, no dan miedo. Hay una diferencia infinita entre el Robespierre que apareció sólo una vez en la historia y un Robespierre que volviera eternamente a cortarle la cabeza a los franceses.
Digamos, por tanto, que la idea del eterno retorno significa cierta perspectiva desde la cual las cosas aparecen de un modo distinto a como las conocemos: aparecen sin la circunstancia atenuante de su fugacidad. Esta circunstancia atenuante es la que nos impide pronunciar condena alguna. ¿Cómo es posible condenar algo fugaz? El crepúsculo de la desaparición lo baña todo con la magia de la nostalgia; todo, incluida la guillotina.
(....)
Si cada uno de los instantes de nuestra vida se va a repetir infinitas veces, estamos clavados a la eternidad como Jesucristo a la cruz. La imagen es terrible. En el mundo del eterno retorno descansa sobre cada gesto el peso de una insoportable responsabilidad. Ese el motivo por el cual Nietzsche llamó a la idea del eterno retorno la carga más pesada.
Pero si el eterno retorno es la carga más pesada, entonces nuestras vidas pueden aparecer, sobre ese telón de fondo, en toda su maravillosa levedad.
¿Pero es de verdad terrible el peso y maravillosa la levedad?
(...) La carga más pesada es la imagen más intensa de la plenitud de la vida. Cuanto más pesada sea la carga, más a ras de tierra estará nuestra vida, más real y verdadera será. Por el contrario, la ausencia más absoluta de carga hace que el hombre se vuelva más ligero que el aire, que sea real sólo a medias y sus movimientos sean tan libres como insignificantes.
Entonces, ¿qué hemos de elegir? ¿El peso o la levedad?
(...)
Parménides respondió: la levedad es positiva, el peso es negativo.
¿Tenía razón o no? Es una incógnita. Sólo una cosa es segura: la contradicción entre peso y levedad es la más misteriosa y equívoca de todas las contradicciones.
lunes, 5 de febrero de 2007
Vivimos siempre juntos!
La música de los 80 se sale. El Blog de hoy lo dedico a todos aquéllos que nacimos y crecimos durante esa década y sobretodo a aquéllos que tienen alguna canción de Mecano en la banda sonora de su vida.
¿Por qué siempre me ha encantado esta canción? No sé, será que me sale la faceta romántica que todas tenemos dentro....o simplemente debe ser que en una tarde de lunes lluviosa como esta me gustaría quedarme en casa con Mol escuchando temazos de antaño....
Llenamos el caldero de risas y salero,
con trajes de caricias rellenamos el ropero.
Hicimos el aliño de sueños y de niños,
pintamos en el cielo la bandera del cariño.
Las cosas se complican, si el afecto
se limita a los momentos de pasión.
Subimos la montaña de riñas y batallas,
vencimos al orgullo sopesando las palabras.
Pasamos por los puentes
de celos y de historias,
prohibimos a la mente confundirse con memorias.
Nadamos por las olas de la inercia y la rutina,
con la ayuda del amor.
Vivimos siempre juntos,
y moriremos juntos,
allá donde vayamos seguirán nuestros asuntos.
No te sueltes la mano que el viaje es infinito,
y yo cuido que el viento no despeine tu flequillo,
y llegará el momento que las almas se confundan en un mismo corazón...
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Sing a song
sábado, 3 de febrero de 2007
Una de Kant
La pereza y la cobardía son las causas de que una gran parte de los hombres permanezca, gustosamente, en minoría de edad a lo largo de la vida, a pesar de que hace ya tiempo la naturaleza los liberó de dirección ajena; y por eso es tan fácil para otros el erigirse en sus tutores. ¡Es tan cómodo ser menor de edad! Si tengo un libro que piensa por mí, un director espiritual que reemplaza mi conciencia moral, un médico que me prescribe una dieta, etc., entonces no necesito esforzarme. Si puedo pagar, no tengo necesidad de pensar; otros asumirán por mí tan fastidiosa tarea.
Immanuel Kant, ¿Qué es la Ilustración?
Immanuel Kant, ¿Qué es la Ilustración?
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Hermione
viernes, 2 de febrero de 2007
Nostalgia
La nostalgia....con esta palabra me pasa algo raro. Siempre que la pronuncio me da un poco de tristeza...pero a la vez es un sentimiento especial. Siento nostalgia de cuando era peque, de la inocencia y la despreocupación, de las peleas, las risas y los juegos con mis hermanas, de los secretos compartidos...
Me encanta el monólogo de Candela Peña en Princesas, el que habla sobre la nostalgia. Por eso el blog de hoy se lo dedico a una persona muy especial. Bicho va por ti. Porque cuando lo he leído te he imaginado subida a un escenario "interactuando" !! Porque te quiero y por ser la Candela que llevas dentro!
¿Es rara, no, la nostalgia? porque tener nostalgia en si no es malo, eso es que te han pasado cosas buenas y las echas de menos, yo por ejemplo no tengo nostalgia de nada, porque nunca me ha pasado nada tan bueno como para echarlo de menos, eso si que es una putada... ¿se podrá tener nostalgia de algo que aun no te ha pasado? porque a mi a veces me pasa, me pasa que me imagino como van a ser las cosas, los chicos por ejemplo, o con la vida en general, y luego me da pena cuando me acuerdo de lo bonitas que iban a ser, porque iban a ser preciosas, en serio, preciosas, y luego cuando lo pienso me da nostalgia, porque iban a ser tan bonitas, que cuando me doy cuenta de que aun no han pasado y que a lo mejor no pasan nunca, me pongo super triste, super triste tía, pero es como una tristeza a cuenta, como la fianza de cuando alquilas una casa, pero con tristeza, que la pones por delante, porque total sabes que la vas a acabar utilizando igual.
*
jueves, 1 de febrero de 2007
De la cotidianedad
De todo lo visible y lo invisible.
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Porque está claro que lo invisible también forma parte de nosotros.
De las pequeñas cosas que son el todo.
De las buenas vibraciones.
De lo que te hace sentir bien.
De la nostalgia del pasado
y las espectativas del futuro.
Del camino que tenemos por delante
y de los compañeros de viaje.
De las hadas y los duendes.
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De todo lo visible y lo invisible
que nos envuelve día a día.
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