martes, 12 de febrero de 2008

Coexistiendo con genios





Dado que hoy es 12 de febrero, en homenaje a Cortázar, os transcribo un texto que he encontrado blogeando, habla Luis Tomassello, pintor residente en París que compartió tardes con Cortázar:



“También Julio se separó de la casa donde había enterrado a su gato Adorno, del que habla mucho en sus libros. Pero su última gata está enterrada en mi jardín, porque cuando Carol se enfermó me la traje y murió conmigo. Julio la bautizó Franel porque siempre andaba restregándose contra las piernas. Fue muy raro: la gatita estaba bien; por supuesto, extrañaba, pero un día me di cuenta de que estaba enferma y aunque la asistió el veterinario se murió casi enseguida. Cuando se lo dije a Julio se puso muy triste y me comentó que era el primero de los tres que se moría. Y fue verdad. Carol murió antes del año y él quince meses después”.
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Y para que quede constancia de la grandeza de su genialidad, leed la siguiente carta, que narra lo que será uno de sus mejores libros, escrito junto a Carol: Los autonautas de la cosmopista o un viaje atemporal París Marsella.
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PROLEGÓMENOS


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De cómo escribimos una carta que no por insólita dejaba de merecer respuesta, cosa que no aconteció, y de cómo en vista de ellos los expedicionarios decidieron ignorar tan incalificable conducta y llevar a buen término lo que en ella se explicaba de la manera más galana y detallada.



París, 9 de mayo de 1982




Señor Director de la
Sociedad de las Autopistas,41 bis,
Avenue Bosquet,75007
PARIS



Señor Director:


Hace algún tiempo, su Sociedad me pidió autorización para publicar en una de sus revistas, algunos pasajes de mi cuento titulado La autopista del sur. Por supuesto otorgué con viva satisfacción dicho permiso.

Me dirijo ahora a usted para solicitarle a mi vez una autorización de naturaleza muy diferente. Junto con mi esposa Carol Dunlop, igualmente escritora, estudiamos la posibilidad de una “expedición” un tanto alocada y bastante surrealista, que consistiría en recorrer la autopista entre París y Marsella a bordo de nuestro Volkswagen Combi, equipado con todo lo necesario, deteniéndonos en los 65 paraderos de la autopista a razón de dos por día, es decir empleando algo más de un mes para cumplir el trayecto París-Marsella sin salir jamás de la autopista.Aparte de la pequeña aventura que esto representa, tenemos la intención de escribir paralelamente al viaje un libro que contaría en forma literaria, poética y humorística las etapas, acontecimientos y experiencias diversas que sin duda nos ofrecerá tan extraña expedición. Dicho libro se llamará quizá París-Marsella en pequeñas etapas, y está claro que la autopista será su protagonista principal.

Tal es nuestro plan, que se llevaría a cabo con el apoyo de algunos amigos encargados de reabastecernos cada diez días (aparte de lo que encontraremos en los paraderos de la autopista). El único problema está en que, según creemos saber, un vehículo no puede permanecer más de dos días en la autopista, y por esa razón nos dirigimos a usted para pedirle la autorización que, llegado el momento, nos evitaría tener dificultades en los diferentes peajes.

Si piensa usted que nuestra idea de escribir un libro sobre el tema no resulta desagradable para su Sociedad, y que no hay inconveniente en autorizarnos a “vivir” un mes desplazándonos a razón de dos paraderos por día, me agradaría recibir su respuesta lo antes posible, puesto que quisiéramos partir hacia el 23 de este mes. Queda igualmente entendido que de ninguna manera quisiéramos que nuestro proyecto fuera difundido por la prensa pues, siendo conocidos como escritores, podríamos ver perturbada nuestra soledad de expedicionarios. Llegado el día, nuestro libro se encargaría de contar la historia al público en general.

Agradeciéndole por adelantado su buena voluntad con respecto a este proyecto, le ruego acepte, señor Director, mis sentimientos más sinceros, así como los de mi esposa.




...............................................................................................................................JULIO CORTÁZAR



.........................................................................* * *
Esta carta fue enviada el 9 de mayo de 1982. El día 23, luego de abrir infructuosamente y por última vez nuestro buzón, entendimos que dos semanas habían bastado de sobra para que una sociedad comercial, por más plagada que esté de computadoras y de secretarias biliosas, respondiera a nuestra modesta petición. Mirándonos en los ojos, nos estrechamos la mano con energía y dijimos al mismo tiempo:- ¡Co-expedicionario, mañana a las cuatro de la tarde ponemos proa hacia nuestro destino!

domingo, 10 de febrero de 2008

El Genio de la Multitud

A pesar de no considerarme Bukowskiana, reconozco que me gusta Bukowski.

A pesar de perder los nervios con sus novelas, sigo leyendo su obra.

A pesar de odiarle, a veces, me gusta su visión sórdida de las cosas.



Hay suficiente traición y odio,
violencia.
Necedad en el ser humano
corriente
como para abastecer cualquier ejercito o cualquier jornada.
Y los mejores asesinos son aquellos
que predican en su contra.
Y los que mejor odian son aquellos
que predican amor.
Y los que mejor luchan en la guerra
son -al final- aquellos que
predican
paz.
Aquellos que hablan de Dios.
Necesitan a Dios.
Aquellos que predican paz
No tienen paz.
Aquellos que predican amor
No tienen amor.
Cuidado con los predicadores
cuidado con los que saben.
Cuidado con
Aquellos que
Están siempreLeyendo
Libros.
Cuidado con aquellos que detestan
la pobreza o están orgullosos de ella.
Cuidado con aquellos de alabanza rápida
pues necesitan que se les alabe a cambio.
Cuidado con aquellos que censuran con rapidez:
tienen miedo de lo que
no conocen.
Cuidado con aquellos que buscan constantes
multitudes; no son nada
solos.
Cuidado con
El hombre corriente
Con la mujer corriente
Cuidado con su amor.
Su amor es corriente, busca
lo corriente.Pero es un genio al odiar
es lo suficientemente genial
al odiar como para matarte, como para matar
a cualquiera.
Al no querer la soledad
al no entender la soledad
intentarán destruir
cualquier cosaque difiera
de lo suyo.
Al no ser capaces
de crear arte
no entenderán
el arte.
Considerarán su fracaso
como creadores
sólo como un fracaso
del mundo.
Al no ser capaces de amar plenamente
creerán que tu amor es
incompleto
y entonces te
odiarán.
Y su odio será perfecto
como un diamante resplandeciente
como una navaja
como una montaña
como un tigre
como cicuta
Su mejor
ARTE.


Charles Bukowsky