miércoles, 25 de julio de 2007

Traspaso de sueños

De pronto, dejó de tener pesadillas y se sintió aliviado, pues habían llegado ya a ser una proyección obsedante en las paredes de su alcoba.

Descansado y tranquilo, en su sillón de lectura, el criado le anunció que quería verle el señor de arriba. Como para la visita de un vecino no debe haber dilaciones que valgan, le hizo pasar, y escuchó su incumbencia:

- Vengo porque me ha traspasado usted sus sueños.

- ¿ Y en que lo ha podido notar?

- Como vecinos antiguos que somos, sé sus costumbres, sus manías y sobre todo sé su nombre, el nombre titular de los sueños que me agobian a mí, que no solía soñar . . . Aparecen paisajes, señoras, niños con los que nunca tuve que ver . . .

- ¿ Pero cómo ha podido pasar eso?

- Indudablemente, como los sueños suben hacia arriba como el humo, han ascendido a mi alcoba, que está encima de la suya . . .

- ¿ Y qué cree usted que podemos hacer ?

- Pues cambiar de piso durante unos días y ver si vuelven a usted sus sueños.

Le pareció justo, cambiaron, y a los pocos días, los sueños habían vuelto a su legítimo dueño.


Ramón Gómez de la Serna

No hay comentarios: