Aunque parezca mentira, estar de exámenes también tiene su parte positiva. Este finde, tras un encierro digno de la madre superiora más humilde y abnegada del convento de clausura más austero, me he dado una tregua y siguiendo a Proust, he tomado una decisión: recuperar el tiempo perdido.
No sé donde se debe esconder, ni donde debo buscar, pero lo voy a recuperar y sin desintegrar la persistencia de la memoria. Dalí, gracias por tu arte.
3 comentarios:
Mucho animo Carol!!
Estoy segura de que lo encontraras!
un besazo enorme desde Panama!vuelvo el 22 sept!
mua!
Ten cuidado cuando mires debajo de la cama, a veces hay monstruos.
Hola guapa!! Venga que ya nos encargaremos de recuperar ese tiempo perdido..tenemos muchas cosas pendientes de antes del veranito que hay que retomar, en cuanto acabes los exámenes me avisas y nos montamos un día-noche desconexión neuronal!!
Besos
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