Me siento atrapada en mi propia vida: quiero disfrutar de mí tiempo pero me veo prisionera en un mundo laboral, en un proyecto que no es ni tan siquiera mío pero que resulta que tengo que defender a capa y espada.
No puedo disfrutar del día a día porque tengo que estar encerrada “produciendo” para un sistema capitalista que sólo apesta. Estamos tan manipulados que no nos damos ni cuenta de lo que pasa a nuestro alrededor. El sistema nos va jodiendo poco a poco, pero no demasiado. Jode siempre hasta el límite, y ahí se para, porque la mano invisible sabe que si se excede el chiringuito se va al garete. Por eso los fines de semana, por eso las vacaciones, por eso las ONG, por eso la ayuda social, por eso el Estado del Bienestar con el desempleo, las pensiones…Todo por la producción: cuidar al ser humano para que produzca más y más. Explotación del sur del planeta a la vez que se mandan recursos y ayudas…Brillante paradoja sistemática en la que hemos ido a caer.
La alienación del ser humano, la plusvalua….Nada ha cambiado un siglo y medio después. Se va reproduciendo el modelo generación tras generación. Marx diagnosticó los efectos que produce el capitalismo en el trabajo:
¿En qué consiste, entonces, la enajenación del trabajo? Primeramente en que el trabajo es externo al trabajador, es decir, no pertenece a su ser; en que en su trabajo, el trabajador no se afirma, sino que se niega; no se siente feliz, sino desgraciado; no desarrolla una libre energía física y espiritual, sino que mortifica su cuerpo y arruina su espíritu. Por eso el trabajador sólo se siente en sí fuera del trabajo, y en el trabajo fuera de sí. Está en lo suyo cuando no trabaja y cuando trabaja no está en lo suyo. Su trabajo no es, así, voluntario, sino forzado, trabajo forzado. Por eso no es la satisfacción de una necesidad, sino solamente un medio para satisfacer las necesidades fuera del trabajo. Su carácter extraño se evidencia claramente en el hecho de que tan pronto como no existe una coacción física o de cualquier otro tipo se huye del trabajo como de la peste. El trabajo externo, el trabajo en que el hombre se enajena, es un trabajo de autosacrificio, de ascetismo. En último término, para el trabajador se muestra la exterioridad del trabajo en que éste no es suyo, sino de otro, que no le pertenece; en que cuando está en él no se pertenece a si mismo, sino a otro. (...) Pertenece a otro, es la pérdida de sí mismo.
Y el mal endémico no es el trabajo, sino el sistema. Y yo me pregunto: ¿Hasta cuando?
Firmado: Proletaria del S. XXI
No puedo disfrutar del día a día porque tengo que estar encerrada “produciendo” para un sistema capitalista que sólo apesta. Estamos tan manipulados que no nos damos ni cuenta de lo que pasa a nuestro alrededor. El sistema nos va jodiendo poco a poco, pero no demasiado. Jode siempre hasta el límite, y ahí se para, porque la mano invisible sabe que si se excede el chiringuito se va al garete. Por eso los fines de semana, por eso las vacaciones, por eso las ONG, por eso la ayuda social, por eso el Estado del Bienestar con el desempleo, las pensiones…Todo por la producción: cuidar al ser humano para que produzca más y más. Explotación del sur del planeta a la vez que se mandan recursos y ayudas…Brillante paradoja sistemática en la que hemos ido a caer.
La alienación del ser humano, la plusvalua….Nada ha cambiado un siglo y medio después. Se va reproduciendo el modelo generación tras generación. Marx diagnosticó los efectos que produce el capitalismo en el trabajo:
¿En qué consiste, entonces, la enajenación del trabajo? Primeramente en que el trabajo es externo al trabajador, es decir, no pertenece a su ser; en que en su trabajo, el trabajador no se afirma, sino que se niega; no se siente feliz, sino desgraciado; no desarrolla una libre energía física y espiritual, sino que mortifica su cuerpo y arruina su espíritu. Por eso el trabajador sólo se siente en sí fuera del trabajo, y en el trabajo fuera de sí. Está en lo suyo cuando no trabaja y cuando trabaja no está en lo suyo. Su trabajo no es, así, voluntario, sino forzado, trabajo forzado. Por eso no es la satisfacción de una necesidad, sino solamente un medio para satisfacer las necesidades fuera del trabajo. Su carácter extraño se evidencia claramente en el hecho de que tan pronto como no existe una coacción física o de cualquier otro tipo se huye del trabajo como de la peste. El trabajo externo, el trabajo en que el hombre se enajena, es un trabajo de autosacrificio, de ascetismo. En último término, para el trabajador se muestra la exterioridad del trabajo en que éste no es suyo, sino de otro, que no le pertenece; en que cuando está en él no se pertenece a si mismo, sino a otro. (...) Pertenece a otro, es la pérdida de sí mismo.
Y el mal endémico no es el trabajo, sino el sistema. Y yo me pregunto: ¿Hasta cuando?
Firmado: Proletaria del S. XXI
7 comentarios:
INCREIBLE tu post. IN-CRE-I-BLE. Lo he leido tres veces, me parece fascinante la forma en que lo has explicado y, para colmo, me siento totalmente identificada con él (como imagino más de uno de nuestra generación o sociedad).
Por eso he decidido revelarme contra eso y vivir mi vida. VIVIRLA no sobrevivirla. Dejo el curro, me voy a surfear y a construir un proyecto que, por lo menos a nivel personal me motive y a la vez, evidentemente, me permita vivir, tampoco hay que vivir en un mundo de fantasía. Pero sí ser felices o luchar por lo que nos hace felices. Basta de trabajar por ganar dinero, de no disfrutar mi dia a dia por trabajar en algo que me importa zero, de no poder reir con mis amigos..de la anulaciónd elas personas y de uno de los dones más bonitos de los seres humanos: EL SENTIR!! Revélate... sé feliz...sabes como, seguro!!
Hasta que la muerte nos separe.
Seguro que llegará un día en el que todo cambie, seguro.
Puede que para entonces ya sea demasiado tarde.
Por suerte o por desgracia, nosotros no lo veremos.
De momento solo nos queda aplicar el resbalismo como filosofía de vida.
Marta:
Cris me comentó este finde que habías tomado la decisión de comenzar otra vida en Portugal. Me parece genial Marta, es una forma individual de luchar contra el sistema.
Estoy segura que triunfarás allá donde vayas, porque eres una de esas personas que tiene duende.
Para cuando te vas? A ver si podemos vernos antes.
Un besazo surfera!
S (ese):
Tienes razón, a veces es necesario una buena dosis de resbalismo!
Visto lo visto y dado que el S. XXI está acuñando pocos movimientos filosóficos podríamos reivindicar una entrada en el wikipedia:
Resbalismo: sistema filosófico enseñado por S(ese), blogero, español del siglo XXI y seguido después por otros blogeros como cosmica13, llamados resbalistas.
Los resbalistas defienden una actitud ante los efectos colaterales del sistema capitalista, que consiste en crear un impermeable mental de manera que cuando algún elemento nocivo intenta acceder al sistema neuronal, la razón mediante el efecto impermeable consigue evitarlo.
A pesar de que pueda parecer una técnica fácil, los estudiosos del tema han demostrado empíricamente la dificultad de su aplicación práctica en individuos sin preparación previa y dados a las preocupaciones mundanas.
Actualmente podemos encontrar resbalistas en la mayor parte habitable del planeta, aunque nos consta que en los últimos años se han detectado seguidores del movimiento en zonas desérticas del Sahara.
Enlaces externos:
www.resbalismo.com
www.amigosresbalistas.es
www.resbalismosinfronteras.com
www.resbalistasdelsaharaunidos.sah
www.resbalarydisfrutar.com
Bueno, ya te contare..no es que me vaya a Portugal y deje mi vida en BArna, simplemente voy a adaptar mi vida a lo que me gusta y vivr para disrutar!!
nos vemos seguro..no me voy aun..a ver si me paso por vuestro pisito,no?? por cierto en mi piso se queda una habitación libre por si sabes de alguien que le interese!!
besos
Palabra de Dios.
Y yo que venía buscando monstruitos de esos... En cualquier caso, que el trabajo es malo está tan claro, como que te tienen que pagar para que lo hagas.
Regards
Hank:
Dura lex, set lex. Tenés toda la razón.
Me alegro de leerte!
un beso!
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