Soñar para flipar

.........................................................Hasta aquí podíamos llegar.

Me pasé la mayor parte del otoño soñando que estaba embarazada, y ahora, en pleno invierno, mi subconsciente onírico me ha deleitado con un nuevo capítulo en el culebrón del embarazo no tenido. Esta noche he dado a luz a un niño monísimo, y el parto ha ido estupendo. De hecho, en plena fase rem, me he sorprendido a mi misma por haber parido sin epidural y sin dolor alguno, cuando es sobradamente conocido lo aprensiva que soy con el dolor y todo lo que tenga que ver con operaciones, hospitales y sangre.

A lo largo del sueño se ha ido desvelando una de las incógnitas principales de mis embarazos otoñales, y es que en esas épocas no sabía quien era el padre del niño. Ahora ya lo sé, y os puedo asegurar que todavía estoy más sorprendida. Si antes conseguí explicar el motivo de los embarazos, el sueño de hoy me ha llevado a la confusión total. No sé si decantarme por la opción del afloramiento del instinto maternal o bien, buscar una interpretación metafísico-existencial y pensar que el hijo significa el nacimiento de una nueva parte de mí.

Lo que no me explico en absoluto es el porqué de la identidad del padre, y para los más allegados ya les avanzo que se trata de un amigo de toda la vida con el que hace poco tuve algunos escarceos amorosos, que en ningún caso han alterado en modo alguno nuestra relación de amistad.

....................................................................Soñar para flipar.