jueves, 14 de mayo de 2009

De sobremesas


Nací en los ochenta en el seno de una familia amante de las sobremesas. Las mujeres de mi familia, tanto la materna como la paterna, eran capaces de aguantar estoicamente sentadas alrededor de unas tazas de café por horas, ante mi desesperación infantil. Fui afortunada porque siempre conté con la eterna compañía de mis hermanas, lo que me permitió convertir esas largas horas en juegos y sobretodo en siestas, que si bien nunca llegaban a buen puerto, nos permitían sumergirnos en nuestro mundo paralelo.

Guardo muchos recuerdos de esos años, que varían según en casa de qué abuelos fuera la sobremesa. Recuerdo sobretodo que mi abuela nos ponía café en unas tacitas minúsculas, que sólo nos permitían intuir como sabia ese líquido espeso y negro reservado a los adultos. Recuerdo también mi amor desmedido por el azúcar y, de fondo, un murmullo de palabras, mezcladas con la somnolencia que todo ello me causaba.

Los noventa fueron años de grandes cambios en mi vida. Empecé la década siendo una niña y la terminé en la universidad, así que en plena adolescencia las sobremesas se me antojaban tremendamente molestas. No me interesaba el café, ni las conversaciones, no quería convertirme en adulta y consideraba esos momentos como una absoluta pérdida de tiempo. No sé cuantas veces me juré a mi misma que nunca les haría esto a mis hijos, como si de una maldición se tratara.

Años más tarde, superada ya la post adolescencia tardía, esa entrañable tradición familiar fue haciendo mella en mí, así que ahora, sin ningún tipo de reparo, me confieso adicta a las sobremesas, al café, a los licores que acompañan al café, al gin tónic de después y a las conversaciones que se gestan en buena compañía, con el estómago lleno.







Resprok, te dedico el post porque ni el sombrerero loco de Alicia en el País de las Maravillas podría igualar una sobremesa tan singular como la de hoy.

6 comentarios:

Cris dijo...

Grandes sobremesesas, aunque la de hoy hubiera estado mejor si no me hubieras dado la espalda.

Resprok for ever

Caroline dijo...

Oye Resprok, mira que lo tuyo tiene tela....lo de la cucharita pequeña, lo de la taza en lugar del vaso, lo de que los individuales tienen que sacarse....y aunque no sea de sobremesa: las tostadas de bimbo en lugar de pan normal para desayunar, pero dónde se ha visto semejante chorrada!!!

MUA

PD: con su cara de merluza, la piel color cera y ese bigotillo de pakistaní mal afeitado....

Cris dijo...

Unas cuantas cosas:

1. Desayunar con vaso en lugar de taza es de loser. Los vasos están hechos para beber agua u otros líquidos, pero precisamente las tazas de desayuno son, para desayunar

2. No se puede servir un café de sobremesa con una cuchara para yogur u otros postres, pues pierde todo el glamour.

3. Las tostadas de pan bimbo para desayunar son lo más. El pan mondo y lirondo tostado te lo puedes comer durante el día pero esas tostadas, donde pegan más es en el desayuno.

4. "Las Shhhhhhhhhhhicas en verano, ni guisan ni cocinan, se ponen como locas si prueban mi sardina..." (Creo que es la misma música que para la batidora, os lo tendría que mirar). Giorgi Dann

Carolino dijo...

jajajaja!!

Tia me parto con la canción de Giorgi Dann....pero es que lo mejor de todo es lo de: Creo que es la misma múscia que la barbacoa, OS LO TENDRIA QUE MIRAR!!

Dios, que risas!!

Mua

Mónica dijo...

mira, sois la pera!!!!!cris cuando te veo??? hace siglos!!! para cuando una sobremesa nosotras??????


love u!!!

Cris dijo...

rEINA!! Acabo de ver que has escrito! Cuando quieras. Porqué no montamos una tarde de birras entre semana?? Ponte de acuerdo con Carol pq a mi me va bien cualquier tarde

un besooooooooooooo