Me vais a perdonar el momento nostálgico, pero después de un porrón de años he oído unas palabras mágicas que me han transportado a la época de la bata de rayas y los bocatas de mortadela de popeye.
Llevaba años buscando infructuosamente por la red esta serie de animación que se pudo ver en Bárrio Sésamo por los años 80. Me refiero a Pepita Pulgarcita, una animación de estética polaca, protagonizada por una gafapasta repelente que se convertía en una especie de hada diminuta para salvar al barrio, siempre acompañada por su cuervo Viriato.
Igual no os acordáis porque no era uno de los platos fuertes del programa, pero os sonará más si os digo que por sus andares parecía que le hubieran metido un palo de escoba por el culo y aventurándome a hacer conjeturas, esa debía ser la causa de la finita voz de soprano que tanto caracterizaba al entrañable personaje.
Espita gorgorita, lo que se da no se quita, conviérteme en Pepita pulgarcita
1 comentario:
Solo espero que estuviera lubricado.
Que con esto del bajo presupuesto nunca se sabe.
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