jueves, 28 de junio de 2007

Tengo el presentimiento de que empieza la acción...

Martes 26 de juino. 9:35 am. Aparentemente un día como cualquier otro. Recién llegada al despacho abro el Outlook y empiezo a organizarme el día. Agenda en mano, veo que tengo que presentar unas demandas y resolver un par de consultas. El día se presenta, como siempre, bien.
De repente: Riiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiing!! (Número oculto)


- ¿Diga?

- (voz masculina muy grave, como si el interlocutor se acabara de fumar un paquete de ducados negruzco): Hola podría hablar con Carolina, por favor.

- Si, soy yo.

- (tos áspera, silencio, más tos): Debéis abandonar vuestro hogar el próximo mes.

- ¿Perdone?

- Sí, si. Ya me ha entendido. Que deben marcharse y contra antes mejor.

- Pero si usted dijo que nos podíamos quedar!! Igual se le ha olvidado, pero ayer firmamos el contrato!

- (suspiro): Sí, ya lo sé. Pero ahora ya no podéis.

- ¿Y cual es el motivo de ese cambio repentino de opinión?

- (tos seca) Pues mira, que me ha dado por ahí. A estas alturas ya deberiais saber lo maquiavélico y egoista que soy.

- Sí, sí, de eso teníamos constancia. Estamos acostumbradas a su bipolarismo habitual, pero no creíamos que pudiera llegar a ser tan cínico.

- (interlocutor distraído, silencio): ¿Qué?Es que no la estaba escuchando.

- Aaahhh, ya veo. ¿¿Y qué haremos con toda nuestra familia?? Sabrá usted que somos familia numerosa. Las plantitas y Mol se han criado ahí…Además que esa casa está llena de nuestras energías feng sui.

- (suspiro largo): Me la traen al pairo las plantas, el gato y las energías. Debéis abandonar el inmueble el 31 de julio.

- Ya veo que usted rebosa empatía por todos los lados. A modo de consejo, permítame decirle que así no se hacen las cosas.

- (absorción de mocos): Efectivamente, ya sé que podría hacer las cosas bien, pero es que soy un malo-malísimo y este es mi estilo.

- De acuerdo, malo-malísimo. Pero que sepa que sus malas intenciones no nos afectan.

- (silencio incómodo, suspiro). Me la pela.

Clic!!


Y esta es la historia de cómo un martes cualquiera empieza una nueva aventura. Anuchi se independiza y el resto de familia va en busca del Valle Encantado.

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