Así están las cosas. Corte de pelo y en casa búsqueda de energías zen. En los setenta se pensaba y se vivía diferente. Era necesario.
No sé si me he cansado de la bruja y el gato o se han cansado ellos de mí. Demasiada energía para un cuarto tan pequeño. Por miedo a posibles represalias metafísicas no los he encerrado en un armario y he optado por compartirlos con Ana, Cris y todo aquél que quiera disfrutar de su magia. Eran demasiado para Mol y para mí.
Ahora, la bruja preside el salón y el gato la acompaña. Todas las brujillas necesitan protegerse, por eso la nuestra es muy exigente con su gato. Hemos sucumbido a sus caprichos pero de forma atenuada. Veremos si la combinación emite energías positivas y vuelven a conceder deseos como alguna vez hicieron.
Én busca de energías zen. Creo que las estamos consiguiendo. El blog de hoy se lo dedico a mis compis, porque compartir es vivir, por lo vivido y lo que queda por vivir!!
Venga esa Anuchi madrileña….esa sonrisa!! A tope per la capi! La peñuli ueke ueke et trobarà a faltar!!!
Venga esa Cristinutis mexicana!! Per les redecoracions , els projectes de futur, el fluor, Nicola Tesla i les plantetes!!
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